Empezamos la legislatura pasada con una incalificable negación de la realidad económica (crisis,¿que crisis?) y comenzamos la actual con un estremecedor anuncio ("Esto es el inicio del inicio", Soraya Sáenz de Santamaría 30.12.2011). Aún no ha explotado, aunque comienzan a intuírse síntomas claros que lo presagian, el descontento social.
Parece que, en el futuro inmediato, no protagonizaremos escenas de "corralito argentino", saqueando hipermercados a la carrera y abollando cacerolas.
Pero, aún así, existe una auténtica bomba social:los parados, todos; los que no cobran ya subsidio alguno y los que dejarán de cobrarlo en breve. Bomba que no podrá desactivarse con una miseria caritativa(1). Porque con 400 euros mensuales de óbolo no se compra esperanza. Ni futuro. Si acaso un arma de segunda mano, marcada, en el mercado ilegal; para cuando las más perturbadoras ideas acarician las ansiedades provocadas por manos ajenas o para cuando no se puede distinguir entre justicia y venganza. Mal asunto.
En Huesca y, por extensión, en nuestra comunidad aragonesa ni social ni políticamente pintan bien las cosas; a pesar del bálsamo ficticio de un premio de lotería al que, en tiempos de dietas y liposucciones, continúan llamando el gordo. Comenzamos el año con un paro que estremece, con una sensación de falta de rumbo y de horizonte que descorazona y, sobre todo, con un sentimiento de resignación y derrota que ha de avergonzarnos algún día ante nuestros hijos.Por cobardes...
Y con un PSOE incapaz de hacer una autocrítica real de las causas de la debacle; el seguidismo acrítico de buena parte de sus bases, por ejemplo, siempre a la espera apesebrada de alguna prebenda.Un PSOE donde se postulan como renovadores ("renovadores de la nada", que diría Alfonso Guerra) gentes de la catadura personal y política como Heras o Elboj (2) (auténticos artífices del descalabro socialista en Monzón o en Huesca; en esta última a pesar del buen trabajo de Luis Felipe en el año último de mandato, que consiguió con un talante accesible y unas relaciones públicas de intachable factura que olvidáramos-obviáramos tanto al anterior alcalde como su implicación personal en el mandato del mismo) o personas que deben a los que ahora intentan descalabrar su relevancia política. Por no hablar, ya en el contexto estatal, de una Carme Chacón (lloriqueante en ocasiones, patética babosa-mimosa otras) sumisa ante el partido-macho alfa e incapaz de defender posiciones de democracia interna e igualitarismo de género, conceptos con los que se llenaba la boca.
Sí; si que hay mucho PSOE por hacer: eliminar impresentables, presentar las cuentas claras (sin que tengan que ser otros quienes limpien bajo las alfombras),depurar reyezuelos de taifas, desterrar el cinismo y la mentira como estrategias políticas y, con todos los respetos a la presunción de inocencia, practicar la tolerancia cero en los casos de corrupción; tanto a nivel de ministerios como de pequeñas localidades oscenses. Supuesto éste último, el de la guerra a la corrupción, que también debiera aplicarse el PP; en las tierras de la California de Europa, principalmente. O evitando aliarse, en pacto de gobierno que se volverá en su contra, con un PAR no desmarcado de recentísimos episodios de corrupción y cuya mayor virtud, parece ser, es la de sobrevivir a cualquier cambio,en perenne ejercicio de parasitismo.
Un PP ahora que vive momentos dulces en Huesca, con una Ana Alós que no pierde la sonrisa ante el marcaje estrecho a la que es sometida y que, espero, no permita que la engulla el lado oscuro de la fuerza que representa. Una alcaldesa que, dado el espíritu emprendedor que siempre la ha animado, recuerde que en cualquier empresa el factor humano es de importancia esencial. Y ,conocedora de ello como lo es, tenga presente que, para que este factor humano funcione es preciso que esté convenientemente motivado: económicamente, con unas condiciones laborales muy dignas y con integración, tanto en clave de presente como de futuro, en la empresa; sea ésta pública, privada o realice una contrata municipal.
Es ocioso escribir esto: Ana lo sabe y lo tiene presente y, espero, no defraude las expectativas puestas en ella; de forma inmediata, por ejemplo, las de los/as trabajadores de limpieza que prestan sus servicios mediante contrata en los edificios municipales oscenses.
Un PP oscense, en suma, que siempre ha contado con las primeras figuras de su elenco apoyando a los candidatos populares. Aznar, Rudi, Plantagenet, Torres o Cospedal han visitado estas tierras (algunos viven en ellas) desbrozando el camino de la victoria popular y encontrándose con la sorpresa evidente de que antes se lo habían allanado más que generosamente políticas socialistas de genuflexión ante el dios MERCADO.
Un PP español, en suma, que con no mentir mediante eufemismos vergonzantes y mostrar una mínima sensibilidad social, se eternizará en el poder hasta que un nuevo brote de eso que se llama "el síndrome de La Moncloa" lo vuelva a situar en la oposición. Bien bajo les han dejado el listón los anteriores... Y eso que algunos de los nombramientos realizados tanto el gobierno autonómico como en el estatal son cuestionables por el pasado personal de muchos de ellos.
IU, por su parte, sigue haciendo la oposición cómoda y nada efectiva de siempre en el ayuntamiento de Huesca, superados aparentemente ya los enfrentamientos (que las protagonistas Novales y Rincón jamás reconocerán) que culminaron con la salida de ésta última de la corporación hace relativamente poco tiempo. A nivel local hemos contado con las visitas de Adolfo Barrena, Cayo Lara o Willy Meyer, gentes que han destacado por su saber escuchar; ojalá alguno de ellos hubiera sido un poco más prudente a la hora de prejuzgar actitudes extremeñas (en poco inteligente gesto de procurar cheques en blanco a los perpetradores del estado actual de cosas, en vez de seguir el camino propio y fiscalizar a los entrantes) porque establecer una política propia en función de "NO DEJAR HACER, NO DEJAR SER" a otros es una muestra de sectarismo ideológico trasnochado.
Como nota interesante, el esfuerzo desarrollado por CHA e IU de presentar una realidad unitaria. Difícil empeño, con detractores en ambas formaciones que, me da la impresión, han sido capaces de observar el proceso sin caer en la, por otra parte, legítima tentación de poner palos en las ruedas. Con aún poco tiempo para evaluar la rentabilidad política del intento, lo que nadie podrá negar es que ese intento de conformar "LA IZQUIERDA de ARAGÓN" ha tenido como protagonistas personas de enorme interés en la palestra política. Me refiero a independientes como Víctor Pardo, Charo Ochoa o Ángel Ramírez que han sabido, en Huesca, transmitir ideas y propuestas políticas casi sin que parezcan tales; lo que no deja de ser un mérito evidente. Dicho sea lo anterior sin menoscabo del trabajo desarrollado por candidatos afiliados a cualquiera de ambas formaciones y la excelente campaña solventada por los directores de la misma, César Ceresuela y Marisa Ventero.
CHA e IU que, junto a un recién nacido EQUO contituyen la columna vertebral de unas nuevas/viejas formas (si los/as caudillos locales no lo impiden) en política. O, al menos, eso parece ser en esta Huesca tan aparentemente indiferente a todo, con esa reticencia decadente a moverse y pintarse el rostro de colores de guerra. Aunque la causa merezca la pena o constituya la última línea de contención pintada en el suelo tras la cual sólo queda indignidad, esclavitud y banderas rotas.
(1) Miseria caritativa: Miseria, evidente, por la cuantía; caritativa porque no genera derecho alguno y depende de una concesión graciosa. ¿Para cuando una cobertura real y digna del parado?
(2) Haciendo honor a la verdad desconozco si Elboj ha firmado el manifiesto de los descontentos, el de los zapateristas y orgullosos, o ambos (lo más coherente en la mayoría de los firmantes). Lo que sí observo, con un estremecimiento mal disimulado, es que amenaza con volver. De hecho su blog "Senderos de asfalto" sigue definido como el blog del alcalde Elboj.
AVISO: EL AÑO QUE VIENE, la segunda parte de "Colores de Guerra"
No hay comentarios:
Publicar un comentario