¡Son los de siempre!, fue el despectivo comentario vomitado por un ciudadano oscense, de reputado interés mediático, cuando se le requirió acerca del número de asistentes a las asambleas convocadas por el 15M este verano en nuestra ciudad. Nada nuevo en esta Huesca "oficial y de orden" tan dada a la descalificación sistemática para con la otra Huesca;la otra Huesca que lleva ya cien días de concentrarse en la plaza, de debatir, de expresar ideas (algunas tan obvias que es vergonzoso que aún debamos repetirlas; otras tan peregrinas que engrosarían, si alguien las recogiese, la antología del disparate; otras tan interesantes y novedosas que debieran ser trasladadas a foros más técnicos para estudiar su viabilidad), de aportar propuestas ...
El caso es que "los de siempre" llevan un centenar de días de existencia en esta ciudad de iniciativas aún más efímeras, en la que no es noticia el cierre de comercios y empresas.En este centenar largo de días han acampado, han desacampado para que nadie viera (esa hipersensibilidad de los poderosos) mínimamente molestado su derecho al voto, han reacampado, han decidido continuar acampados y, en determinado momento, han levantado el campamento haciendo un derroche de limpieza y autoorganización.Y aún así ha habido quien,desde el desconocimiento, ha cuestionado incluso esto último.
En esta quince semanas han realizado en Huesca innumerables asambleas, han acordado textos y ejecutado acciones;algunas de ellas con un respaldo numérico de la ciudadanía que para sí quisieran otras organizaciones. Centenares de personas han tomado la palabra, han realizado un ciclo de charlas (La Universidad en la Plaza) de indudable interés, han denunciado el Pacto del Euro, han protestado contra la desindustrialización de la ciudad y contra el empleo, cuando lo hay, basura. Han presentado sus propuestas a los ediles electos, han acudido a plenos para seguir la actividad municipal, se han concentrado ante las provocaciones, agresiones o actuaciones desproporcionadas de la policía en otras acampadas hermanas, han agradecido públicamente a la policía su saber estar en Huesca, han ayudado a que un niño discapacitado obtenga la grúa que precisa para su vida cotidiana...
Sí, son los de siempre. Gentes de cuya existencía sabía con anterioridad junto a otras gentes que he conocido en estos cien días. Gentes como Cármen, la señora septuagenaria que burla todos los días la dictadura médica fumando, tras gorronearlos hábilmente, un cigarrillo tras otro. O como César , el eterno D. Quijote, embistiendo sin descanso los molinos de la banca. O Javier, el hombre NIKON, que deja constancia gráfica de todos los actos en los que participa. O Viru Ta, una de las portavoces ocasiones que, junto a Iván (inconfundible con su artesano cartel de HARTO pegado a la espalda), lucieron las primeras caretas de Anonymous en las calles oscenses. O ¿José?, el hombre de las llaves colgadas al cuello que toma notas en su cuaderno y, en una dicción difícil de seguir, interviene repetidamente de manera generalista (es decir, tenga que ver o no lo que dice con el punto concreto a debatir). O Carmen, otra mujer de polimilitancia permanente en toda causa que estima justa, y que realiza una impagable labor de difusión a golpe de fotocopia.
O como David, desde ahora"allyouneedislove", que protagonizó la anécdota del día con su petición pública de matrimonio y que es uno de los creadores del blog de la acampada de Huesca, el punto oscense de información en la red. O como Kyara, la perra indignada, objetivo de numerosos disparos fotográficos.O como la pareja de monjes budistas que iniciaron la meditación en las aceras del Casino. O como el personal que colaboró en la atención de los más pequeños, enseñándoles malabares y juegos. O todos aquellos rostros de docentes (de los de verdad; no de los de oposición y a críar indolencia) que, incluso, animaban al alumnado a acercarse, preguntar y conocer. O rostros conocidos del periodismo local. O veteranos luchadores antifascistas. O Manuel, el hombre de los abrazos terapéuticos. O todos aquellos que, tras nicks poderosos (Cocina Solar, Koktel Molotov...), han constituido presencia habitual en actos del 15M. O,¿como olvidarlo?, al secreta de look recien salido de la herriko de Hernani. O a los dos que le cubrían, por si acaso, en absurdo empeño puesto que nadie pudo sentirse más respetado y seguro que entre estas gentes variopintas y plurales.
Movimiento este del 15M sobre el que recayeron desde un primer momento las sospechas más diversas. Desde los que afirmaban que estaba orquestado por IU (cuando IU, en fin, no es capaz siquiera de organizar su propio descontrol interno; y mira que es un partido con una militancia modélica y unos líderes interesantes, mediocridades aparte) y orientado a presionar para la modificación de la ley electoral, hasta los que recelaban de que ,¡mira tú por dónde!, se había iniciado una semana antes de las elecciones para desmotivar al electorado de izquierdas y garantizar así el triunfo del Partido Popular. Y entre una y otra disparatada ocurrencia, mil variantes más paridas por los amigos de las teorías conspirativas.
Como si la explicación no fuera más sencilla que todo eso. Una idea que aflora, unas tecnologías que permiten su rápida difusión y convocatoria (de ello tenemos ejemplos en Huesca; la concentración pro-Garzón, por ejemplo) y, una vez botado el barco, una deriva gobernada por muchas manos con un destino quizás no definido del todo, pero plagado de esperanza.Algo tan simple como la germinación de una semilla en un ambiente adecuado.
¿Y que decir de esos autodefinidos como simpatizantes de primer instante, devenidos en furibundos enemigos a las primeras de cambio? Como, por ejemplo, el que escribe el 17 de Junio en su perfil de facebook:
"Lo confieso. Estoy harto e indignado. He asistido a la toma de posesión del nuevo ayuntamiento de Huesca y los "indignaos" han dado un espectáculo inaceptable, intentando con su ruido -el ruido es el arma de los mediocres- boicotear la expresión de la voluntad de casi 25.000 oscenses. Apalancados en las plazas tomadas de todos, han perdido el norte y el sentido de la democracia." Y continúa afirmando que "Curiosamente, el Movimiento 15-M tuvo la simpatía de muchísima gente, entre los que me encuentro, en sus inicios y por determinadas formulaciones, pero a mi modo de entender se ha contaminado y ha acabado erigiéndose en un cierto elitismo que desprecia el intelecto de ese 70% de votantes que acudieron consciente y libremente a las urnas el 22-M. O buscan nuevas vías, o me temo que habrá un efecto bumerán -ya lo hay-.", para rematar con un "yo no fui a ver al Movimiento 15-M. Fui, por obligación profesional, a la toma de posesión del nuevo Ayuntamiento. Pero es que, aunque hubiera sido por cualquier otro motivo, sólo faltaría que a estas alturas unos señores me impusieran dónde debo ir o no ir, y qué debo o no escribir. No todos, pero, por lo que aprecié y por la deriva que llevan, no les importaría nada dirigir nuestras agendas y nuestras vidas. De hecho, ya nos están privando de una de las plazas más transitadas de Huesca (como en Madrid, Barcelona, Valencia...) desde hace más de un mes. Y, que yo sepa, no me van a reducir los impuestos por no haber podido disfrutar de una parte de mi ciudad."
Simplemente , increíble. Yo, que también estuve allí, no aprecié ni remotamente intento alguno de boicot del acto;me temo que el juicio de intenciones que hace el escritor denota su prejuicio. Por no mencionar las disquisiciones hacia el elitismo que observa o los afanes totalitarios del 15M; o el ya absoluto desprecio que manifiesta hacia la verdad cuando da a entender que puede existir coacción por parte de estas gentes tanto para con su libertad de movimientos como para con su libertad de expresión.
Afortunadamente, parece ser que la corporación municipal entrante no debió tener las mismas sensaciones cuando bajaron los portavoces de los grupos municipales a entrevistarse con los indignados. En absoluto respeto y armonía, añado.
Por cierto, el facebookero es el actual director de El Diario del AltoAragón, Javier García Antón.
Tampoco se quedó corto en esto de la discrepancia (en este caso por cuestión de olfato) el escritor, Luis del Val que termina su columna de opinión del 26 de Julio titulada "De la indignación a la meada" con estas reflexiones:" Los cuerpos, estén indignados o disfrutando de la complacencia, tienen necesidad de expeler la orina, y cada litro contiene, aproximadamente, unos 20 gramos de urea, y la urea posee un olor tan intenso, que ni siquiera una nariz acatarrada puede dejar de olfatear.
La idealización tiene eso: simpatizas con un movimiento, te acercas a la realidad, y sólo alcanzas a ver acampada mugrienta, gritos y olor a meadas. Me reproché mi falta de sensibilidad. Pero seguía oliendo intensamente a pis."
Reflexiones extensibles también, por ejemplo, a la Huesca festiva, donde no era precisamente el olor a albahaca el predominante. Pero parece que la sensibilidad olfativa de algunos es especialmente aguda en determinados contextos y cuidadosamente atrofiada en otros; y no me refiero específicamente al autor de líneas de inspiración (en cualquiera de los dos sentidos) tan calibrada.
Pero el 15M y su historia de 100 días da para mucho. Y, en este post, he sobrepasado ampliamente lo considerado como longitud adecuada para una entrada. Tan sólo una reflexión final:
Si, como algunos auguran, este movimiento de tolerancia, crítica, reflexión y esperanza queda en humo, siempre quedará el orgullo de haber estado allí, de haber degustado una primavera de rebeldía en las calles, de haber puesto en valor eso que llamamos democracia real y participación ciudadana más allá del acto protocolario y rutinario del voto cuatrianual...
Si, como algunos auguran, este movimiento se diluye como (atención a la referencia cinematográfica) lágrimas en la lluvia y nuestros ojos(que han visto iluminarse Sol en la noche, florecer un mapa de Google con las acampadas en curso, difundirse comunicados policiales (¡!) de apoyo, desperezarse Huesca o generar un tráfico inmenso de hespérides binarias portando mensajes de futuro y presente) se cierran para siempre a estas realidades, siempre nos quedará la posibilidad de montar una peña festiva en Huesca.
Su nombre lo tenemos: "Los de siempre"
Gracias Carlos por acompañarnos a intentar hacer historia.
ResponderEliminarPara mi "los de siempre" son los que quieren que seamos un manso rebaño, que no rechistemos, que acatemos lo que nos pongan delante y que no demos la nota. Se aprovechan de su situación económica, social o política para satisfacer sus propios beneficios y necesidades y se acuerdan de los demás sólo cuando les interesa. Pero ahora las voces discordantes se oyen y se ha conseguido, quizás por la situación o quizás porque ya era hora, amalgamar a la ciudadanía en un frente común. Miedo han de tener cuando tanto empeño tienen en desprestigiar y echar por tierra el movimiento, se han tornado los papeles y le han visto las orejas al lobo. Sería una pena que acabase en nada con todo el esfuerzo y el trabajo que se está haciendo.
ResponderEliminarEl enemigo es poderoso pero su talón de Aquiles somos todos si estamos unidos. La esperanza es lo último que se pierde.