De DRY´s, 15M´s y demás; de pinturas de guerra decoloradas que hay que repintar.
Sigue habiendo motivos para la esperanza (futuribles reacciones de organizaciones políticas y/o sindicales aparte). El 19 de Mayo, en nuestra ciudad, ante una convocatoria, a priori, seguidista de un movimiento ya iniciado en plazas de España la ciudadanía oscense (multicolor, multiideológica, multimilitante ...) colapsó la plaza de doble nombre (¿Zaragoza?, ¿Navarra?). Y ahí dio comienzo un maravilloso espectáculo de debates multidisciplinares (también hubo auténticos diálogos de besugos; dicho sea con respeto absoluto,en principio, a los besugos), de gentes dispares, de estéticas diversas y de condicionantes personales, por lo que expresaban, totalmente opuestos.
Ese 19M comenzó en Huesca una sucesión increíble de sucesos y personajes dispares que plantaron tiendas (Quechua debiera tener un detallito con este movimiento) y ocuparon un espacio público (por definición, de todos; también de los acampados) en el que desarrollaron los primeros debates, las primeras propuestas y los primeros enfrentamientos.
De todo ello hay mucho escrito, visto y vivido; de la capacidad de convocatoria en varias movilizaciones convocadas, de la mudanza aérea de la plaza al parque y vuelta, de los temores de una posible intervención policial nocturna, del hito de entrega de peticiones al ayuntamiento ... Imágenes en suma ya en la memoria de muchos oscenses. Imágenes y actos muchas veces documentados por gentes armadas con una cámara de fotos, gentes a las que se les denominó, por pura inercia, como cK (No Calvin Klein, sino Comando Kodak) en feliz ocurrencia que ojalá perdure.
La realidad, a día de hoy, es otra. El 15M en Huesca se mantiene por el empecinamiento de una veintena de personas que se niegan a dejar morir los rescoldos de una marea de fuego indignado que recorrió las calles de esta ciudad. Una veintena de personas que afrontan, en estas semanas próximas, un proceso de reflexión acerca de la situación actual, de la manera de reanimar este espíritu y como afrontar una primavera que se barrunta conflictiva. Son los descoloridos colores de guerra de un movimiento que busca repintarse de tonos brillantes de cara a una batalla que se antoja larga y complicada. Reconquistar las plazas, acercarse a organizaciones políticas y/o sindicales desvinculadas (de las razones de ello ya hablará quien lo desee), colaborar (que no encabezar ni liderar; sí coencabezar y coliderar) en la alternativa social (eso que llamamos el mundo mejor posible) y buscar el reencuentro con todas aquellas gentes que, por unas razones u otras, se alejaron son parte de ese trabajo a realizar.
CONCLUYENDO:
Desde el punto de vista político, sindical y social, el año 2012 será un año especialmente conflictivo. Viviremos lo que, en maldición harto conocida, se denominan como tiempos "interesantes".Esta ciudadanía oscense no será ajena ni inmune a ellos. La situación actual de desesperanza, paro, precariedad y falta de confianza en el futuro puede tener consecuencias imprevisibles.
Ante ello se impone la necesidad de defensa ciega, clara e irreductible de los derechos ciudadanos (recordemos aquí el derecho a la felicidad) por encima de cualquiera otra consideración. La necesidad de identificar al enemigo (no seamos simples; el enemigo no tiene siglas y, en ocasiones, comparte trinchera con nosotros mismos) y mostrarse implacable con él, llámese éste sistema financiero, mercado especulativo, neoliberalismo (salvaje o doméstico) o cualesquiera otras denominaciones bajo las que se escude.
Y está muy bien eso que se postula: unidad para salir de la crisis. Sí; está muy bien y podría, casi, ser el próximo lema de los anuncios del refresco de cola. Sólo que tampoco podemos permitirnos el lujo de ser ingénuos y estamos obligados a dejar atrás la pereza mental y preguntarnos quien nos habla AHORA de esa unidad tan sospechosa. Y por qué.
Y perdonad que no profundice más en ello en estos momentos. Debo ir al cuarto de baño; a pintarme el rostro con colores de guerra.
- Puedo compartirlo en Cuéntamelo España?
ResponderEliminarPor supuesto. Un saludo.
ResponderEliminarCarlos